domingo, 22 de febrero de 2009

Derecho a la interrupción voluntaria del embarazo


Mesa Redonda

Derecho a la interrupción voluntaria del embarazo

Intervienen:

Ángel Santaolaya (Ginecólogo. Clínica Ginemédica)
Gonzalo Villafafila (Médico de familia. Sanidad Pública)
Elena Pérez (Ponente del Proyecto de Borrador Ley de plazos)

Día: 25 de febrero. Miércoles
Hora: 7.30 Tarde

Lugar: Casa Revilla


Organiza y modera: Coordinadora de Mujeres Valladolid

jueves, 12 de febrero de 2009

Mujeres de Bizkaia por la despenalización del aborto



x Herrikolore

En este momento el trabajo desarrollado por la Asamblea feminista está encaminado a lograr la despenalización del aborto.


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La Asamblea de Mujeres de Bizkaia se ha coordinado con organizaciones feministas del conjunto del estado español para impulsar una campaña a favor del “Derecho de las mujeres a decidir sobre su cuerpo”. Como sabéis el gobierno de Madrid ha creado recientemente una Comisión Parlamentaria para recabar la opinión de los diferentes grupos sociales y políticos a cerca de la modificación de la actual Ley del Aborto.

Desde la Asamblea de Bizkaia recuerdan que llevan unas cuantas décadas exigiendo una legislación sobre el aborto que tenga como eje central el derecho de las mujeres a decidir sobre su maternidad. Así mismo, en este momento, con la ley del aborto en vigor, el trabajo desarrollado está encaminado a lograr despenalización del aborto.

Con el objetivo de vehiculizar el apoyo de la ciudadanía a estas reclamaciones, las feministas bizkaitarras han habilitado una página web donde las personas que deseen adherirse a esta campaña puedan hacerlo facilmente.

www.despenalizaciondelaborto.org

herrikolore.org

Publicado en La Haine el 12 de febrero de 2009.

miércoles, 11 de febrero de 2009

Religiosidad y cambio social


x Martín Suso

Un cambio social que no tome en cuenta el sentimiento religioso de una buena parte de la población tiene grave riesgo de fracaso.


El Colectivo de Mujeres Rebeldía organizó en la ciudad de Santa Cruz de la Sierra un coloquio sobre religiosidad y cambio social en Bolivia, con énfasis en el fenómeno de la manipulación de los sentimientos religiosos de la población, notable en la última etapa de las campañas que planteaban el rechazo a la nueva Constitución Política del Estado.

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A partir de dos presentaciones a cargo de Madela Sainz y Alejandro Dausá, se desarrolló entre los y las participantes un debate que bien puede ser reflejo de lo que numerosas personas piensan, pero no se atreven a expresar, en particular en el propio ámbito de la iglesia católica.

Lo paradójico del fenómeno de manipulación mencionado, es que instituciones eclesiales que deberían ser promotoras de valores como honestidad y veracidad, se prestaron a difundir y multiplicar en los últimos meses toda clase de falacias acerca de la nueva carta magna, urdiendo un discurso basado en mensajes breves pero aterrorizadores sobre los supuestos males que acarrearía la aprobación del nuevo texto.

Una idea de ese funcionamiento puede verse con algunos ejemplos de esos mensajes, como “limitación severa de las libertades religiosas”, “vía libre al aborto y a los matrimonios entre personas del mismo sexo”, “cierre de escuelas confesionales”, “imposición de creencias de los pueblos originarios por sobre las del cristianismo”, “contradicción insalvable entre el nuevo texto y el mismísimo Dios” y otros similares. Se los acompañaba con interpretaciones descabelladas o simples embustes que forzaban a los nuevos artículos constitucionales a decir lo que ni en la letra ni en la intención expresan.

Santa Cruz se constituyó en el epicentro de dicha campaña, e incluso su arquidiócesis llegó al extremo de redactar y distribuir ampliamente una versión propia y sesgada del último documento de la Conferencia Episcopal boliviana sobre el referéndum.

Una de las observadoras de la ONU preguntó a un párroco por qué motivo no se distribuía la edición original de la carta pastoral, y se le respondió que Santa Cruz constituía "una realidad diferente al resto del país". Habrá que esperar el resultado de investigaciones y encuestas para conocer hasta qué punto la campaña falsificadora condicionó el voto en esa región, aunque por el momento todo indica que fue un poderoso elemento de coacción psíquica y moral.

Si la manipulación religiosa no tuvo el mismo impacto ni respaldo mediático en el occidente del país, se debe a que en el oriente boliviano el cristianismo juega hasta hoy un rol singular, con mayor densidad y capacidad de control social. Es necesario advertir que la conquista operó en esta zona fundamentalmente a través de reducciones jesuíticas y misiones franciscanas, habida cuenta del fracaso de las avanzadas militares españolas, y el desencanto y posterior desinterés de los conquistadores al no hallar oro o plata.

Al ambiguo tutelaje de los misioneros, protector pero alienante a la vez, se le sumó en la historia más reciente el sometimiento de importantes porciones de la población a la estructura del patronazgo, primero en las explotaciones de la goma y la castaña, y luego en las grandes haciendas que hasta el día de hoy cuentan con trabajadores en condiciones de semi-esclavitud, tal y como fue comprobado por diferentes instancias nacionales e internacionales. Por eso, nunca más cierta que en Santa Cruz la afirmación gramsciana de que la religión es parte constitutiva del "sentido común" y por tanto de la cultura de las clases subalternas, moldeada dentro de los parámetros impuestos por los grupos hegemónicos, lo que redunda en una suerte de "doble conciencia teórica", contradictoria y por lo mismo paralizante, pero funcional a la clase dominante, que la aprovechó con habilidad para condicionar el voto de sectores populares.

El discurso pronunciado por el presidente Evo Morales en ocasión de la aprobación oficial de la nueva Constitución menciona en dos ocasiones a la iglesia católica, y en otra a "las iglesias" (como sinónimo de "templos"). Por una parte rescata las figuras de religiosos que durante la Colonia defendían la vida, la justicia y la soberanía, y también recuerda por su nombre a Luis Espinal, un sacerdote que fue asesinado por paramilitares en 1980, durante la dictadura de García Meza, subrayando que "dio la vida por la vida de los demás". Más adelante, critica la campaña a la que hicimos mención, desarrollada activamente desde algunas parroquias y templos del país.

El proceso de confrontación, que como indicaba Max Weber es también una "guerra de dioses", resulta similar al que se experimenta en Venezuela y Ecuador, y posibilita nuevos debates acerca de la relevancia de la dimensión religiosa en la construcción de un nuevo orden social, tema muchas veces relegado y despreciado por partidos o movimientos de izquierda. A la vez, despierta del letargo a creyentes que pretenden vivir su fe articulada a un proyecto político emancipador, libres de la sujeción a jerarquías y estructuras eclesiásticas visiblemente aliadas con las élites empresariales, terratenientes o financieras.

http://alainet.org/active/28904&lang=es

Publicado en Kaos en la Red el 11 de febrero de 2009.

El lenguaje no es inocente


x Erika Sylva Charvet

"Nada consagra con mayor crudeza la supremacía masculina en la sociedad que el lenguaje..."


Sin duda, las militantes feministas que conformaron el grupo de cuarenta y seis mujeres asambleístas, debieron haber influido para que la nueva Constitución rompa el silencio y, por primera vez, reconozca nuestra existencia diferenciada del género masculino en expresiones como, "nosotras y nosotros, el pueblo soberano del Ecuador", "todas las ecuatorianas y ecuatorianos", y así por el estilo. No debe pasar desapercibido este hecho histórico, pues nada consagra con mayor crudeza la supremacía masculina en la sociedad que el lenguaje con el que nos comunicamos en la cotidianidad, en el que lo femenino es silenciado y no puede representarse por sí mismo sino siempre a través de signos masculinos.

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Ignoro si la cristalización de este nuevo lenguaje constitucional tuvo que vencer resistencias. Seguramente, sí. Porque al ser el lenguaje una expresión de realidad, pero, al mismo tiempo, un creador de realidad, su modificación evidencia los cambios que está sufriendo el mundo patriarcal y los obstáculos que deben seguir siendo removidos para la visibilización de lo femenino. Y, en ese proceso, se manifiestan no pocas resistencias de hombres, pero también de las mismas mujeres socializadas en el imaginario patriarcal. Yo misma tuve que librar una lucha contra este entrenamiento cultural hace más de una década, cuando empecé a aproximarme a las propuestas feministas. Tuvieron que pasar años hasta que logré interiorizar un nuevo lenguaje con perspectiva de género y lo empecé a socializar con mi familia, mis amigos/as, mis estudiantes y mis colegas. Ha sido, precisamente, en ese proceso que he podido apreciar las fuertes resistencias a modificar los hábitos comunicacionales en distintos espacios.

"Nada consagra con mayor crudeza la supremacía masculina en la sociedad que el lenguaje..."
Por ejemplo, hace cuatro años preparé un libro para una o­nG e introduje una perspectiva de género en la escritura, pero al editor (¿o editora?) no le gustó y masculinizó todas las palabras. Seguramente, con el mismo criterio que un colega expresaría en un taller hace algunos meses: "Están destrozando el idioma de Cervantes", al referirse al uso de diagonales o arrobas en la escritura para visibilizar lo femenino. Cuando les digo a mis alumnos/as que debemos hablar de "ser humano" y no de "hombre", no pocas veces me he topado con varones que me han respondido que "no es necesario ya que 'hombre' incluye a la mujer". En algunas reuniones académicas he podido advertir cierta condescendencia para visibilizar lo femenino, no exenta de burlas. La mueca sarcástica masculina no tiene edad. La he visto en rostros de más de 40 y de menos de 20. Algunos están persuadidos de que es un exceso, una actitud intransigente o extremista, o un "machismo al revés", cuando, en realidad, solo se trata de afirmar la capacidad de lo femenino para representarse por sí mismo.

Que las diagonales o arrobas afeen la escritura o que nos demoremos más diciendo "ellos" y "ellas", será quizá la condición para que dentro de cien años, la sociedad registre nuevos signos y un nuevo lenguaje, libre de supremacías de género, que socialice a hombres y mujeres en una nueva cultura de la equidad.

Publicado en Kaos en la Red el 10 de febrero de 2009.

¿Género? ¿qué es género? El feminismo no muerde...


x Victoria Aldunate Morales

En su momento lo mismo que sucede hoy con el “Enfoque de Género” sucedió con la llamada “Liberación de la Mujer”, fue otro caballo de Troya que nos vendieron


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Hoy, el Enfoque de Género institucionalizado es:

- Cuotas políticas en gobiernos, ministerios, partidos, y otras instituciones para mujeres que llamo buenas esclavas que hacen la misma política patriarcal de siempre a costa de su condición de mujeres y sin nada de mirada política feminista o movimientista de mujeres, y que cuando la han tenido en tiempo pasado, la pierden a cambio de su cuota de poder patriarcal.

- “Empoderamiento de mujeres”, como le llaman, palabrita sacada directamente del lenguaje gringo que en la práctica parece buscar el Poder tradicional para algunas mujeres. Es decir, el poder patriarcal, entregado por el macho-estado en su lógica jerárquica y de dominio. Es decir, mujeres empoderadas = mujeres acríticas del poder patriarcal orgullosas de ser “incluidas”.

- Mujeres militares, mujeres que marchan - hasta torturadoras o colaboradoras de torturadores…

- Mujeres presidentas que practican políticas racistas, genocidas, neoliberales, sexistas, homofóbicas, antiabortistas, paternalistas (ejemplos: Bachelet, Thatcher, Kirschner, Condolezza Rice).

Leer ponencia completa [PDF]

Estas ideas acá editadas en un documento fueron presentadas recientemente en la Escuela de Verano José Ego Aguirre, el 19 de enero de 2009, organizada por FEL, Frente de Estudiantes Libertarios en el local de la FECH. Mesa de Género. Y en Kultura en La Bandera. Libertario Anarquista, el 24 de enero de 2009, en el Centro Cultural Alerce, La Bandera. Mesa de Feminismo

Publicado en La Haine el 10 de febrero de 2009.

lunes, 2 de febrero de 2009

La presión estética: una forma de violencia de género


x Laia Estrada

Para todos y todas aquellas que no comprenden esta afirmación y para quienes no comprenden qué es la opresión de género.


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0.Introducción

No es casualidad que se haya generado revuelo alrededor de la campaña “Això també és violencia de gènere!” (¡esto también es violencia de género!) que lleva a cabo la asamblea feminista revolucionaria de Tarragona (Cau de llunes), con el objetivo de denunciar las múltiples facetas de la opresión patriarcal que sufrimos las mujeres en nuestra sociedad. En estas fechas de rebajas, la denuncia se ha centrado en el tema de la estética. En respuesta, algunas voces se han alzado indignadas, clamando que se desvariaba al respecto, invitando a no comprar ropa si no era del gusto de las protestantes, pero dejando que quien quisiese tuviese la libertad de hacerlo.

Algunas de estas voces pertenecen a personas con ánimo de deslegitimar la lucha feminista; son las mismas que se oponen, también, a cualquier avance hacia la emancipación nacional y de clase. Lamentablemente, otras, las mayoría, provienen de personas que realmente ignoran la situación de desigualdad a la que estamos sometidas las mujeres, que consideran la causa feminista como algo anacrónico porque son incapaces de identificar la dominación patriarcal y sus consecuencias. Mediante este breve artículo, se pretende arrojar algo de luz, a partir de tres aclaraciones fundamentales:

- Qué se entiende por violencia de género.
- Qué es y qué implica la presión estética.
- Qué es la libertad en nuestra sociedad.

1. La violencia de género

En general, lo que nos viene a la cabeza al hablar de violencia de género, son las mujeres que sufren malos tratos físicos y/o psicológicos por parte de su pareja sentimental, y que en ocasiones acaba dramáticamente con la muerte de éstas. Se trata de una cuestión mediatizada que se ha aceptado como una problemática social, pero al mismo tiempo, la asociación con el ámbito doméstico y los estereotipos de maltratador y de mujer maltratada conducen a que la mayoría de la población lo entienda como un conflicto personal, que sufren familias concretas de capas sociales bajas. Esta idea es terriblemente perjudicial: invita a olvidar la famosa consigna feminista que clamaba lo personal es político, y al mismo tiempo reduce la problemática de género a los casos concretos de violencia machista doméstica.

Si se consulta la ley catalana contra la violencia de género (Llei de dret de les dones a eradicar la violència masclista) se encontrará la definición siguiente:

“Según la Ley, por violencia machista se entiende aquella que se ejerce contra las mujeres como manifestación de la discriminación y de la situación de desigualdad en el marco de un sistema de relaciones de poder de los hombres sobre las mujeres y que, producida por medios físicos, económicos o psicológicos incluidas las amenazas, las intimidaciones y las coacciones, tenga como resultado un daño o un sufrimiento físico, sexual o psicológico, tanto si se produce en el ámbito público como en el privado”.

A partir de esta sencilla definición queda claro que hablamos de una problemática que va más allá de los episodios domésticos, sin olvidar que estos representan la cara más trágica. Así, podríamos diferenciar la violencia machista doméstica de la violencia machista estructural (siendo substituible en ambos casos, el término machista por de género), que hace referencia a la discriminación en sí que sufren las mujeres en una sociedad patriarcal y que, lógicamente, conlleva un daño o sufrimiento. El problema se agudiza cuando el daño o sufrimiento ocasionado es ignorado, tanto por aquél o aquello que lo propicia como por aquélla que lo recibe, que es lo más habitual, dada la interiorización de las normas de conducta a través de los agentes socializadores de género.

2. La presión estética

Una vez aclarado que las muertes de mujeres a manos de compañeros o excompañeros sentimentales son la punta del iceberg, y por lo tanto, la parte visible de la problemática de la violencia de género, y al mismo tiempo la más reducida (en relación al total de mujeres), discutamos si la presión estética puede considerarse una forma de violencia de género.

Comencemos definiendo qué es la presión estética. Se trata del bombardeo constante de un estereotipo de mujer imposible, a menos que se lleven a cabo medidas disciplinarias estrictas en cuanto a la alimentación, o grandes gastos económicos en tratamientos, quirúrgicos o no. Iniciativas, en ambos casos, que llevan a algunas mujeres a poner en peligro su propia salud y a atentar contra ella, como es el caso de los trastornos alimentarios, algunas operaciones estéticas, las pastillas o fórmulas para adelgazar, etc.

Hay quien dice que la presión estética es también ejercida sobre los hombres. Totalmente de acuerdo, pero no conlleva las mismas implicaciones. La ampliación de la presión estética dirigiéndola también hacia el colectivo masculino es consecuencia de los intereses económicos neoliberales. La industria de la imagen ha encontrado un nuevo mercado en el que invertir, de manera que las depilaciones, cosméticos, la moda, etc. destinan sus consignas por primera vez a los hombres, con buenos resultados. En este sentido, la cuestión mercantilista afecta a unos y a las otras por igual. Pero la realidad está configurada por diferentes elementos que se combinan entre sí. En la cuestión que analizamos, se visualiza con claridad como capitalismo y patriarcado obran unidos, pero el segundo, en este caso, sólo actúa sobre las mujeres.

Es cierto que los estereotipos de moda ocasionan frustraciones y quebraderos de cabeza tanto en mujeres como en hombres, pero mientras éstos lo experimentan fundamentalmente en la adolescencia, aquéllas lo arrastran desde la más tierna infancia hasta el final de sus días. Veamos, sino, qué quieren ser las niñas de cinco y seis años y comprobaremos que siguen queriendo ser princesas. Es decir, personajes que para triunfar se valen de su belleza, que es al mismo tiempo la razón por la que son queridas y valoradas. Veamos, también, como las señoras de más de sesenta años son las clientas habituales de las peluquerías, volcadas en conservar una buena imagen a pesar del implacable paso del tiempo. La explicación de este fenómeno la encontramos en los roles que desarrollan las unas y los otros en la sociedad, porqué aunque las formas han cambiado, la esencia es la misma. Las mujeres hemos entrado en la esfera masculina y hoy día podemos desarrollar los mismos papeles que ellos, pero sin que hayamos abandonado nuestros roles originales, aquellos que responden a los dos intereses fundamentales que motivan la apropiación masculina de la mujer: el interés reproductivo (o productivo, ya que los hijos e hijas son un recurso) y el erótico (el de proporcionar placer sexual, ya sea en forma de acto consumado o de estímulo para el imaginario).

Se han producido muchos avances en cuanto a los derechos de las mujeres, gracias a la lucha feminista, téngase claro, pero las aspiraciones más internas siguen siendo las mismas: velar por los demás y agradar. Sólo hace falta observar los juguetes de las niñas y pre-adolescentes: muñecas para que jueguen a ser mamás, primero, y muñecas bonitas, fashion y sexies que gustan y triunfan en la vida pública, más tarde. Miremos, también, cuántas revistas de moda o consejos estéticos van dirigidas a hombres y cuántas a mujeres, o cuántos casos de trastornos alimentarios son diagnosticados a chicas y cuántos a chicos. La explicación debe ser buscada en la combinación perversa antes mencionada: las mujeres somos educadas en el vivir para los demás, ya sea para las hijas/os, pareja, padre y madre, compañeros/as, etc. se nos transmite una idea de la gran importancia que tiene nuestra imagen a la hora de relacionarnos con los/las demás, a excepción de la prole, para la cual se nos educa en la servitud. Por todo ello, a pesar de que el bombardeo mediático del culto a la imagen se lanza sobre hombres y mujeres, el efecto que ocasiona no es el mismo ni de lejos. Del mismo modo que un mismo temporal no causará los mismos efectos sobre un substrato rico y compactado que sobre uno previamente erosionado. Las mujeres sufrimos una constante erosión patriarcal.

Tomemos ahora, de nuevo, la definición que hace la ley catalana contra la violencia machista. En base a esta, podemos afirmar que la importancia y las implicaciones que tiene el cuidado de la imagen para las mujeres es una manifestación de la discriminación y de la situación de desigualdad en el marco de un sistema de relaciones de poder de los hombres sobre las mujeres. Esta manifestación es producida por medios psicológicos, a partir de la suma de agentes socializadores de género: el entramado de medios de comunicación, que lanza los estereotipos y crea opinión; la familia, que transmite los valores patriarcales; los cuentos, que invitan a las niñas a identificarse con esas princesas; los juguetes, cuyos anuncios, en su mayoría, son profundamente sexistas, etc. Y por último, esta manifestación tiene como resultado un daño o un sufrimiento físico y psicológico, tanto en el ámbito público como en el privado. Miremos sino, los casos de trastornos alimentarios, sean o no diagnosticados, entendidos como un daño físico; miremos las frustraciones, obsesiones, y efectos en la autoestima y el autoconcepto de las mujeres que se derivan de dicha presión estética.

Dicho esto, es totalmente legítimo y necesario afirmar que la presión estética que sufren las mujeres a todos los niveles, y a partir de diferentes agentes, es una forma de violencia de género.

3. La libertad en nuestra sociedad

Hemos aclarado la cuestión fundamental que nos preocupaba pero aún queda un último punto por abordar. ¿Puede alguien afirmar que las mujeres que han estado comprando en las rebajas, gastando cantidades nada menospreciables, teniendo en cuenta el panorama actual, han actuado en libertad?

Antes de responder, partamos de la idea de Aldous Huxley en su novela un mundo feliz, en la que todas las personas son felices y actúan en libertad, después de que sus aspiraciones y pulsiones hayan sido determinadas incluso a nivel genético. Recuperemos la idea que lanza Marcuse en su libro el hombre unidimensional, cuando afirma que las personas son incapaces de imaginar una realidad diferente y siguen las pautas del sistema por la alienación a la que están sometidas, principalmente a partir de los mass-media.

¿De qué libertad estamos hablando? ¿De la libertad para escoger entre unos pantalones pitillo o unos acampanados? Hablar de la libertad de las chicas para ir a comprar es un signo de profunda ignorancia o de cinismo. Recuperando lo dicho en el apartado anterior sobre la transmisión cultural de la importancia de la imagen, no se puede hablar de libertad cuando una ha sido manipulada desde pequeña, recibiendo mensajes que sitúan a la mujer en un lugar secundario, que la rebajan a la condición de objeto. Los niños y las niñas crecen con la televisión y, a medida que se hacen mayores, la sustituyen por Internet; observad los contenidos, qué mujer se muestra en la mayoría de casos. Mirad los video-clips de la música de moda y que escuchan chicos y chicas. ¿En qué hemos avanzado? Las heroínas y modelos de referencia de estas niñas y chicas son mujeres que lo único que ofrecen al mundo, transmitiendo la idea de que eso es lo que la mujer debe ofrecer, es un cuerpo esbelto, tonificado y bronceado. La mujer que es mostrada como una triunfadora participa en la vida pública, a diferencia de la de años atrás, pero a parte de ser emprendedora tiene que ser atractiva sexualmente, porque es esta segunda condición la que se lanza en todas las esferas mediáticas, como característica fundamental de la mujer. El mensaje que se lanza a la sociedad es que la mujer debe ser belleza para complacer a los demás, y nosotr@s (todos y todas) nos impregnamos de ella.

Cuando llegan las rebajas, una mujer no puede escoger entre ir de rebajas o no, libremente, cuando no se ha cuestionado de donde proviene esa necesidad imperiosa de renovar el vestuario continuamente. Por esta regla de tres dejemos que las adolescentes (y las cada vez más no tan adolescentes) tengan la libertad de dejar de comer para estar igual de delgadas que sus modelos de referencia.

En todas las sociedades se le ha dado importancia a la imagen. Hombres y mujeres se han vestido, tatuado y perforado el cuerpo de acuerdo con las tradiciones de su cultura, pero esto no tiene nada que ver con reducir a una persona a su físico.

4. Conclusiones

Por todo lo que se ha comentado a lo largo de estas páginas, la denuncia de la presión estética sobre las mujeres es de gran importancia hoy en día. Es necesario que empecemos a fijarnos en lo que vemos en los medios de comunicación y que no nos sea indiferente que se muestre a mujeres reducidas a meros objetos sexuales, porque no es sólo a ellas a quienes se rebaja a esa condición, sino al conjunto de todas las mujeres.

Cuidemos nuestra salud, procuremos tener un cuerpo sano y ágil, del mismo modo que una mente despierta y curiosa, como una muestra de estima y respeto hacia una misma, pero no como la finalidad de nuestra existencia, y el centro de todos nuestros intereses. No nos dejemos reducir a la categoría de ser inanimado, no pretendamos ser un maniquí; no se debe anhelar no-ser. Mientras nuestros pensamientos y preocupaciones quedan centrados y son absorbidos por el culto a nuestro físico, desperdiciamos energía creativa, despilfarrando nuestro potencial. En la entrega a los demás impedimos y olvidamos nuestro desarrollo personal.

Para romper con todo ello, el único camino es mediante la propia toma de conciencia, destapando el entramado de herramientas que sirven al patriarcado en alianza con el capital, y visualizando los intereses que se ocultan detrás. Por ello, si queremos que la mujer continúe avanzando en el camino de la emancipación, es imprescindible la organización y la lucha en colectivos autónomos, que den tanta importancia a la formación como a la práctica y la acción, y que combatan a la par, las opresiones imperialistas y capitalistas.

Publicado en La Haine el 2 de febrero de 2009.

domingo, 1 de febrero de 2009

Johanna Sigurdardottir: primera 'gay' en presidir el Gobierno en un país occidental


Esta ex azafata, líder sindicalista y lesbiana declarada enfrenta los retos de resucitar el sistema financiero islandés, celebrar comicios anticipados y recuperar la confianza de sus compatriotas.

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Johanna Sigurdardottir reconoce públicamente su homosexualidad, está casada con una periodista, tiene dos hijos adultos de su anterior matrimonio (Sigurdur Egill, nacido en 1972, y David Steinar, nacido en 1977) y se ha hecho un nombre por defender a la familia y a las minorías.

Sigurdardottir tomará las riendas de un Gobierno formado por su Alianza Social Democrática y el partido Verde de Izquierda, de vida efímera, que tendrá como principal misión celebrar elecciones anticipadas el próximo mes de mayo.

La hasta ahora ministra de Asuntos Sociales tiene ante sí el difícil reto de resucitar el sistema financiero islandés, cuya economía está previsto que se contraiga un 10 por ciento este año, y que le ha costado el puesto a dos jefes de gobierno, Geir Harrde el lunes pasado, y David Oddson, primer ministro durante 13 años.

Esta isla de 320.000 habitantes coloca al frente a la política más popular del país, que empezó su carrera en los 60 como azafata en las aerolíneas públicas y que acabaría presidiendo el sindicato del personal de cabina.

Es diputada del Althing, el Parlamento islandés, desde 1978 y ministra de Asuntos Sociales desde 1999.

Fue vicepresidenta del Partido Socialdemócrata entre 1984 y 1993, pero fracasó en su intento de presidir el partido en 1994. Entonces declaró: "Mi hora llegará".

Un año después creó un partido de izquierda disidente de la socialdemocracia, el Thjodvak (Movimiento Nacional). Esta formación se fusionó finalmente en 1997 con los socialdemócratas.

Para auparse a la jefatura delGgobierno, Sigurdardottir ha contado con el apoyo del actual presidente de su partido, Ingibjorg Solrun Gisladottir, del que es íntimo amigo.

Gisladottir, ministro saliente de Relaciones Exteriores, sugirió su nombramiento nada más conocerse el 26 de enero la dimisión del gobierno presidido por Geir Haarde, dirigente del Partido de la Independencia (centro-derecha).

Debido a su compromiso en favor de los ancianos, de los discapacitado y, en general, de los más desfavorecidos, esta feminista es conocida en su país con el apelativo de 'Santa Johanna'.

Hoy vive con su compañera, Jónína Leósdóttir, periodista y dramaturga.

Islandia es uno de los países más tolerantes en materia sexual, como demuestra el hecho de que ya en 1940 se anularan todas las leyes que discriminaban a homosexuales.

Así que lo que llama la atención fuera de Islandia, el hecho de que una mujer lesbiana asuma la jefatura de Gobierno, no lo es en absoluto en esta isla, donde lo que cuenta es que Sigurdardottir es "la política más respetada y digna de confianza del país", como escribe el diario 'The Huffington Post'.

Incluso su boda con la escritora Leósdottir, de 54 años, apareció en el sitio oficial del Gobierno.

Sin embargo, la nueva primera ministra siempre ha rechazado hablar en público de esta cuestión y jamás dio a la prensa una entrevista sobre su vida privada.

La explosión en Islandia de la burbuja financiera ha alimentado su popularidad y muchos islandeses consideran que es la única política que se ocupa del "ciudadano de a pie".

En un sondeo realizado el pasado mes de diciembre, el 73 por ciento de los islandeses se mostraron satisfechos con su trabajo al frente del Ministerio de Asuntos Sociales.

Carece de un título universitario cosechado en el extranjero, y no forma parte de los clanes familiares que imperan en Reykiavik.

Una sencilla azafata que nació el 4 de octubre de 1942 y que, en los años 60 y 70, asumió un papel pionero en la lucha por la igualdad de sexos.

REIKIAVIK (AFP-Efe)

Artículo publicado en Eltiempo.com el día 1 de febrero de 2009.